martes, febrero 12, 2008

México, sin política cultural: Bruno Bichir

Foto: Mercedes Romero www.agencia.bitcoracultural.com


* Previo a su presentación de este viernes en Tijuana, el actor Bruno Bichir comparte sus opiniones acerca del panorama cultural del país en lo que va del sexenio calderonista, en esta entrevista exclusiva para Bitácora

Por Víctor Magdaleno

magdaleno23@hotmail.com

En México no existeun proyecto de cultura integral” ni nada que se le parezca, lo que prevalece es el renovado despliegue de la derecha para imponer por distintos medios “la ignorancia y la oscuridad” y seguir favoreciendo a las elites de siempre, consideró el actor Bruno Bichir, quien regresa a Tijuana para presentar este viernes 15 de febrero La historia del tigre, de Darío Fo, en el teatro de la Casa de la Cultura de la colonia Altamira.

Perteneciente a una familia de la farándula (padre director, madre actriz, hijos actores) Bruno Bichir ha desarrollado una larga trayectoria en escenarios del país y la pantalla grande (entre las cintas en que ha aparecido figuran, entre otras, El callejón de los milagros, Conejo en la Luna y La mujer de mi hermano). Fundó y dirige en la capital del país el Foro Shakespeare, un centro cultural independiente que alienta la reflexión crítica sobre la realidad de nuestros días.

Con motivo de su presentación en Tijuana, el actor mexicano concedió la siguiente entrevista a Bitácora:

¿Qué consideración te merece la actuación del gobierno de Felipe Calderón en el área cultural?

Bruno Bichir: Está claro que las prioridades de la derecha y concretamente del señor Calderón no son ni la educación ni el deporte ni la cultura ni la ciencia ni la investigación. Es difícil ver otra prioridad que no sea los intereses mezquinos de unos cuantos empresarios y la sumisión absoluta a los capitales extranjeros que sólo benefician a las altas cúpulas de las economías más voraces, vengan de Estados Unidos o de España. No hay un proyecto de cultura integral, que abarque a la nación, que proponga instrumentos para la independencia creativa y la autogestión. No se comprende todavía que al crear la necesidad por el conocimiento, por la confrontación con el espejo a través de las artes, el fomento al discernimiento, al cuestionamiento, a la reflexión como resultado de la convulsión de nuestras fibras sensibles; se resolverán problemas de corrupción, de productividad, de equidad. En otros países donde las artes y la ciencia tienen prioridad con una base educativa sólida, encontramos las economías más pujantes y las sociedades más equitativas en un amplio sentido.

Si en política predomina la polarización ¿cuál es la situación en el área cultural? ¿los trabajadores de la cultura también se encuentran enfrentados a causa de la polarización que vive la sociedad mexicana? ¿qué papel cumple el arte y la cultura en esas circunstancias?

BB: La comunidad creadora, y la teatral en particular, ha sido dividida desde hace muchos años para generar confusión, angustia y autodestrucción. Nos han polarizado los intereses más oscuros. La división comprende etiquetas como el teatro foráneo, estatal, universitario, comercial, independiente, subsidiado, etc.

Pero no hay tal cosa como teatro mexicano, unido, que dirija sus intereses hacia mejores condiciones para todo ese gran conglomerado. De ahí, que el canibalismo se haga presente para recoger las migajas de presupuestos raquíticos mal repartidos y segmentados por los pequeños grupúsculos que se dicen los portadores de verdades culturales. No hay rasgo de humildad, generosidad o respeto al trabajo mutuo.

La responsabilidad del teatro es ordenar el caos para transformarlo en belleza que mueva y perturbe las fibras sensibles a través de la transmisión directa de ideas inteligentes para generar emociones trascendentes que precipiten una catarsis que conlleve a la reflexión y al discernimiento confrontándonos con nuestra contexto para cambiar nuestra realidad.

El papel de las artes es la de revolucionar a una sociedad. Catapultarla a la independencia, la vanguardia, la pluralidad, la libertad, la evolución, la generosidad, la corresponsabilidad, la igualdad, la fraternidad, y un largo etcétera de ideas progresistas y liberales.

¿Ves alguna diferencia en el desempeño del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes durante la gestión de Sergio Vela en comparación con la de Sari Bermúdez? ¿Hay más comunicación con los trabajadores de la cultura o no detectas cambio alguno?

BB: Mis esfuerzos están canalizados a los trabajos del Foro Shakespeare, centro cultural independiente que busca la libertad y la autogestión. No veo ningún cambio sustancial en la administración de la cultura del país, no veo ningún Consejo y menos amplio y plural que se preocupe por todo lo aquí expuesto. Como dije, los trabajos del Foro Shakespeare navegan en otras aguas hacia mejores puertos. Sin embargo me preocupa que el Estado no cumpla con su responsabilidad.

Algunos sexenios se han distinguido por apoyar una u otra disciplinas artísticas (el cine con Echeverría o la música sinfónica en el sexenio de López Portillo), ¿observas alguna preferencia artística y/o cultural en el gobierno calderonista?

BB: Sí, ese gobierno tiene preferencia por la ignorancia y la oscuridad.

¿Qué opinas del anuncio de la creación del Museo Nacional de Cine?

BB: No estoy al tanto pero sí así fuera sería como la mega biblioteca que sirve para dos cosas. ¿Por qué no inyectar recursos a los Estudios Churubusco y su laboratorio para que sean los mejor del continente? ¿Por qué no revisar y equilibrar cómo viaja el peso en taquilla para que entonces los productores sean los primeros en recuperar su inversión para generar industria? ¿Por qué no detener la voracidad de la Motion Pictures Association con claros intereses imperialistas sobre nuestra soberanía. Por qué no crear un mercado común latinoamericano? Esto es no tener visión y ser vendepatrias como con el tema de Pemex.

¿Figuran las artes escénicas en algún rubro de la política cultural? ¿Predomina la inclusión o la omisión?

BB: Predomina la ineficacia, la ineptitud y la falta de proyecto.

¿El desarrollo del teatro en México descansa más en los grupos independientes o en las instituciones?

BB: El teatro existe en este país gracias a hombres y mujeres que se dedican a trabajar desde sus trincheras estén donde estén en beneficio de la conciencia de un bien común con responsabilidad y congruencia. Lo ideal sería crear un infinito de barcos independientes que naveguen en el mismo mar con las mismas condiciones climatológicas.

Tú que vives en el DF y viajas constantemente por el país, ¿detectas diferencias en el consumo cultural en una y otra regiones? ¿cómo es el público de provincia respecto al capitalino?

BB: He visto rezago, indiferencia, ignorancia, incapacidad, corrupción. Pero también he visto entrega, subversión, libertad, disciplina, organización, riesgo, laboratorio, hambre de ver y hacer. Aunque la gran tendencia es: sálvese el que pueda.

¿Cuáles son tus proyectos para este año?

BB: Seguir consolidando el proyecto del Foro Shakespeare y llevarlo lo más lejos posible. Entren a la página: www.foroshakespeare.com De mis proyectos personales ya se irán dando cuenta conforme vayan avanzando. Hay varias ficciones esperando. De mientras, seguiré haciendo funciones de La historia del tigre donde me necesiten.