Para los europeos, el “descubrimiento” de América dio lugar a un mito con múltiples significados. Unos creían ver una tierra virgen, a la espera de alguien que la “civilizara”, y otros tenían claro que estaban frente a una oportunidad de oro para hacer nombre y fortuna, pasando por encima de la vida de quien fuera.
El Fondo de Cultura Económica presenta un estudio del investigador José Luis Martínez, recientemente fallecido, en el que se explora cómo los emigrantes a la Nueva España concebían su aventura: El mundo privado de los emigrantes en Indias.
A lo largo de 650 cartas personales, el autor muestra las expectativas de quienes delinearon buena parte de la vida política, económica y social de la Colonia en México y Centroamérica.
Las misivas analizadas por Martínez, llamadas “cartas de llamada”, eran documentos que los emigrantes mandaban a sus esposas y familiares en España, y debían ser mostradas obligatoriamente a las autoridades para demostrar que tenían intenciones de quedarse en “las Indias” para trabajar en beneficio de la corona.
En esas líneas, puede verse el entusiasmo muchas veces desmedido de los españoles que venían a “hacer la América”. Como nuevos ricos de su época, los emigrantes prometían a sus mujeres todos los regalos y privilegios imaginables, a los que en Europa no hubieran aspirado nunca.
Más allá de la curiosidad que puede despertar un testimonio histórico de esta naturaleza —de cierta manera íntimo—, el libro también presenta una radiografía sociológica de las ambiciones y leyendas que motivaron la invasión europea. (Tomado de La Jornada).