martes, marzo 04, 2008

Genaro García, pionero del feminismo en el México de finales del siglo XIX

Reeditan “Apuntes sobre la condición de la mujer” y “La desigualdad de la mujer”, ambos publicados originalmente en 1891

Por Víctor Magdaleno
magdaleno23@hotmail.com

Injustamente desdeñado, pese a sus aportaciones al pensamiento nacional, originales y visionarias, el caso de Genaro García representa el de muchos intelectuales y pensadores de la época porfirista que por su cercanía con el régimen fueron re-legados e incluso despreciados, si no es que condenados al olvido, por la camarilla triunfante de la revolución de 1910.

Nacido en Zacatecas en 1867, Genaro García estudió en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y se desempeñó como diputado entre 1882 y 1889, pero su vida estuvo más orientada al estudio y la promoción de la cultura. No obs-tante, en el ejercicio de la abogacía fue célebre la defensa de oficio que hizo de una viuda cuyo esposo fue muerto en un duelo y que obligó al duelista triunfante a retribuirle alguna cantidad de dinero por el daño proferido, lo que sentó un precedente en la jurisprudencia mexicana del último tercio del siglo XIX.

Perteneciente a una familia que hizo su fortuna en la minería, García fue director del Museo Nacional, profesor de la Escuela Nacional Preparatoria y editor de documentos prehispánicos (su colección de Documentos inéditos o muy raros para la historia de México, publicada entre 1905 y 1911, abarca más de 40 volúmenes), actividad por la que es más conocido.

Intelectual porfirista, encabezó la comisión oficial para la celebración del centenario de la Independencia en 1910 y escribió un estudio titulado Carácter de la Conquista española en América y en México, en donde analiza el proceso de colonización desde una perspectiva indigenista. Genaro García murió en 1920 en la Ciudad de México y, al igual que otros intelectuales del antiguo régimen, rápidamente cayó en el olvido.

Los datos biográficos de Genaro García los debemos a su estudiosa más tenaz y una de las mayores conocedoras de su obra, la doctora Carmen Ramos Escandón, quien preparó la edición de dos obras de este singular pensador zacatecano que hoy aparecen reunidas en un solo volumen: Apuntes sobre la condición de la mujer y La desigualdad de la mujer.

Estas dos obras se publicaron en 1891, en pleno porfirismo (la primera de ellas como examen de grado para la carrera de abogado que presentó García). Ambas versan sobre la condición de la mujer y en ellas el autor analiza el origen histórico de la sujeción femenina en la sociedad siguiendo las ideas de los estudiosos ingleses Herbert Spencer (1820-1903) y John Stuart Mill (1806-1873).

No resulta difícil imaginar que para finales del siglo XIX y por fuerte que soplaran los vientos modernizantes en un país gobernando con mano de hierro, su tesis profesional pudiera ser más original, atrevida y vanguardista para aquellos años al abordar un tema tabú: la desigualdad de la mujer, de allí que se le considere como el primer historiador feminista en México. Sobresale también el hecho de que García estaba al tanto de los estudios más novedosos sobre el tema que circulaban en su tiempo.

El volumen preparado por la doctora Ramos Escandón muestra al autor como un estudioso serio del origen histórico del sometimiento femenino y revela que fue un profundo conocedor del pensamiento de los autores europeos y norteamericanos más destacados de su época. Tanto los Apun-tes como La desigualdad de la mujer contienen la más original de sus aportaciones, pero hasta ahora permanecen casi totalmente desconocidas. Fuera de un pequeño círculo de especialistas, este intelectual mexicano sigue en el olvido. Su carácter de crítico social, y en especial su interés sobre los temas de la desigualdad femenina y del origen histórico de la sujeción de la mujer, ha sido, hasta ahora, también desconocido, no obstante ser un precursor en ese campo. Este volumen busca reparar en algo el olvido en que ha permanecido el pensador zacatecano.

La doctora Carmen Ramos Escandón es investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas), institución que coeditó el libro de García, junto con la Universidad Autónoma de Zacatecas y Miguel Ángel Porrúa, librero-editor.

En el prólogo de este volumen, la doctora Ramos Escandón destaca la importancia de García y su perfil ideológico en el medio intelectual de su época, y subraya como el rasgo más original y característico su interés en la mujer como centro de reflexión y análisis sociológico, en particular, su argumentación en relación con los derechos de la mujer en el matrimonio, tema por demás novedoso en el México del siglo XIX.

Con el estudio de Ramos Escandón y la pu-blicación de los dos textos que aparecen en este volumen se arroja luz no sólo sobre este original pensador, sino en torno al ambiente intelectual del México decimonónico, antecedente obligado de nuestro tiempo.

Precursor mexicano del feminismo


Genaro García, un intelectual mexicano del siglo XIX, reflexionó, escribió su tesis de abogado y se ocupó de estudiar la condición y la desigualdad femeninas, desde una perspectiva emancipadora.

A la muerte de García, en 1920, su biblioteca, despreciada por José Vasconcelos, fue a dar a la Universidad de Austin, Texas, donde la exploró y analizó la historiadora Carmen Ramos Escandón.

En esa biblioteca, Carmen Ramos halló los dos únicos ejemplares de los textos de García. Uno, base de su tesis como abogado “Apuntes sobre la condición femenina”, y el otro, producto de su estudio y observación de la vida matrimonial, titulado “La desigualdad de la mujer”.

Ambos son una aportación importante y colocan a García como precursor mexicano del feminismo del siglo XX, a pesar de la poca difusión de su pensamiento, tal como puede leerse en la edición de este libro titulado Apuntes sobre la condición de la mujer: La desigualdad de la mujer, edición y prólogo de Carmen Ramos Escandón, con el sello compartido de la Universidad Autónoma de Zacatecas, el Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Social (Ciesas) y Porrúa.

Sara Lovera