martes, enero 08, 2008

Notas del Puerto


Por Marcela Danemann

marceladanemann@yahoo.com

Lo que se hereda, no se hurta

* Miguel Tamayo: y los sueños, sueños son.

Se encienden los motores, empieza el año. Por lo pronto, sabemos que se avecinan doce meses en los cuales muy probablemente fluya la creatividad en varios puntos de la ciudad. De a poco, los espacios culturales volverán a tomar forma y en estos días ya podremos empezar a deambular por los sitios que supimos conseguir, buscando alguna buena muestra, un concierto o una interesante película en alguno de los cines clubes con buen cine arte.

Por lo pronto, algunos artistas ya están haciendo sus invitaciones. El próximo viernes, el joven Miguel Ramón Tamayo, mexicalense de pura sepa pero desde hace un tiempo radicando en Ensenada, cortará un imaginario listón en su exposición: “Con las sobras de mis sueños me sobra para comer”.

¿Reconocen la frase? Pues que está sacada por cierto, del tango-canción de Joaquín Sabina “Cuando se habla del destino”, lo cual no me sorprende porque Miguel Tamayo tiene un gran poder de asociación cuando se trata de las letras de Sabina (a quien admira soberanamente), sus propios sueños y la vida de los otros.

A Miguel lo conozco, pero lamentablemente no así a su padre, Ramón Tamayo, fallecido el año pasado. Pero compruebo a diario que fue una figura entrañable en la región, un artista interdisciplinario como pocos, promotor cultural, sociólogo, escritor y artista (por nombrar solo alguna de sus inquietudes y facetas) que dejó marcado a fuego a sus amigos, familia y a tanta gente que lo respetaba.

Y también es muy interesante conocer que ese “hacedor de sueños”, como lo llamaban, supo contagiar a su hijo Miguel, quien no se queda atrás en sus ganas de decir, de sentir, de expresar y de hacer sus radiografías urbanas con la pluma, con su voz, mediante el arte y su palabra.

Miguel Tamayo, o “El Moncho”, o el “Luchador Maziso” (así mal escrito porque cuando a sus 6 años se autobautizó de esta manera no sabía escribirlo bien), como muchos lo llaman gracias a un personaje que solía desplegar en su Programa radial “Corriendo la Voz ” o en sus crónicas urbanas editadas en el Semanario “Siete Días”, es hoy escritor, fotógrafo, gran observador de la realidad y como él mismo expresa “va por el camino de convertirse en artista”.

Su participación en la “5ta. Bienal de Fotografía de Baja California”, organizada en el año 2006 le otorgó un Premio Adquisición por su tríptico “El Colapso Final”. Con muy buen sentido del humor, Miguel Tamayo me cuenta hoy que “el colapso realmente fue que la obra no pudo durar expuesta más de unos días. La composición de la obra fue a partir de impresión digital sobre papel higiénico…y parece que el público visitante quiso llevarse trocitos de mi obra de recuerdo, y la desintegraron para sorpresa mía y de los organizadores”, recuerda.

Su última participación en la "XVI Bienal Plástica de Baja California " también lo posicionó en la lista de artistas ganadores de Mención Honorífica en Gráfica, además de haber participado también con 2 esculturas.

Habla de sus maestros, y menciona a Carlos Coronado y el fotógrafo ensenadense Enrique Botello. Pero no deja de recordar la “escuela que le dio su padre desde niño”, las eternas jornadas que pasaba entre bambalinas de teatros, presenciando ensayos y escuchando los debates de actores y artistas plásticos que solo hoy, a sus 25 años, cobran real dimensión en su vida.

Estos días y en homenaje a su familia, que mucho tiene que ver con sus sueños, prepara con entusiasmo su nueva exposición luego de 4 años de esperar la oportunidad de ser agendado en la programación general de la Galería de la Ciudad del ICBC.

En esta exposición presentará 10 obras de arte instalación, ensamblaje e intervención con incorporación de fotografía. Elementos cotidianos acompañados de otros sueños que le dan nueva vida y alcance. Toda la influencia de la escultura, la pintura y la fotografía pero con aires actuales y donde el observador podrá reír, sólo sonreir o confrontarse con cada obra esperando su significado explícito. Como su padre, también este joven artista es “habitante de esta cicatriz llamada frontera” y su visión de lo contemporáneo merece, por lo menos, ser conocida y compartida.

Miguel Ramón Tamayo inaugura su Exposición “Con la sobra de mis sueños, me sobra para comer” el próximo viernes 11 de Enero, a las 7 p.m en la Galería de la Ciudad dependiente del Instituto de Cultura de Baja California y permanecerá en exhibición hasta el 15 de febrero, por supuesto con entrada gratuita.