martes, enero 08, 2008

2007: año de danza, año de Lux Boreal



* El grupo tijuanense desplegó intensa actividad dentro y fuera de los escenarios

Por Eunice Contreras
eunicecontreras@yahoo.com.mx
Especial para Bitácora

Hoy en día en Tijuana se ha generado todo un movimiento en la danza contemporánea, la cual se encuentra en el punto exacto de ebullición, pues no sólo pueden apreciarse salas casi llenas, sino también cuerpos haciendo danza clara, que comunica, que trasciende e invita al público a volver a comprar una entrada para darle en su vida otra oportunidad a la danza.

Por supuesto, pensó usted bien, éste es un comentario sobre la nítida danza de Lux Boreal, la compañía tijuanense que ha llevado el nombre de esta frontera a otros estados del país, pero también a otras naciones, esta luz del norte que cuando se trata de la escena dancística no sólo genera emoción y entendimiento en quienes los ven, sino que además se da a la tarea de rebasar los procesos de creación, cubriendo otras áreas que conlleva el trabajo escénico, como el hecho de informar a la comunidad lo que se está haciendo en la materia, y es que pareciera que para Lux Boreal, subirse al escenario no es suficiente.

Considerando lo anterior, tendríamos que mencionar que lo mismo se les ve sobre un foro, que en las páginas de los medios impresos, programas de televisión y radio, y por si fuera poco gozan de convertirse en público cada que se les brinda la oportunidad de estar del otro lado del escenario, es decir, se han dado a la tarea de conocer de cerca a quienes buscan presenciar sus coreografías; tienen una presencia exacta lo mismo como artistas que llenando una butaca.

Pero ¿en qué radica la expansión del alma de este popular grupo? En eso precisamente, en anteponer en cada paso la capacidad de transformarse bailando, comunicando una historia, esto hace que el trabajo escénico sea más honesto y cuando se logra mover fibras entre una audiencia, es cuando la conexión entre público y artista se hace presente.

Así bien, hoy dejaremos de lado la técnica y la línea, virtudes de las que también gozan los integrantes de Lux Boreal, para darle paso a estas siete almas que bailaron desde lo más sensible de su ser a lo largo del recién terminado 2007, año que para Lux Boreal fue de oportunidades, éxitos y aprendizaje.

El 2007 trajo a esta joven agrupación la celebración de su quinto aniversario; el estreno de su espectáculo Colapso Natural; una nueva integrante: Victoria Reyes; giras nacionales e internacionales, y por si esto fuera poco, desde abril de este año se hicieron merecedores a uno de los reconocimientos más importantes del país: una beca que otorga el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de su programa de apoyo a grupos artísticos profesionales “México en Escena”, reconocimiento al que no todos los grupos de este orden pueden aspirar, considerando los estrictos lineamientos que su convocatoria contiene y por lo cual sólo nueve compañías del país gozan de este reconocimiento.

Aquí lo interesante es ver cómo Lux Boreal se lanza a la aventura de equipararse con otras compañías que llevan entre 15 y 20 años sobre el escenario, como Contempodanza, Barro Rojo, Delfos, etcétera; todas estas agrupaciones de gran trayectoria y que además han hecho grandes aportaciones al mundo de la danza nacional.

Y para lo que muchos podría ser sólo buena suerte, para Lux Boreal este destello de oportunidades aprovechadas al máximo se traducen en trabajo, originalidad, profesionalismo, enfoque en un sólo concepto, proyección e imagen; en un modo de vida pues, que los ha llevado a perfilarse como una de las agrupaciones representativas de la región en el ajetreado pero hoy comunicable mundo de la danza.

Por otro lado, preocupados por ir más allá de la escena, Lux Boreal busca la profesionalización de la danza en la región y en coordinación con la Universidad Pedagógica Nacional y el Instituto Municipal de Arte y Cultura, en este año reabrió el II Diplomado en Danza Contemporánea en Tijuana, ofreciendo un enorme campo de posibilidades para los jóvenes tijuanenses que deseen dedicarse a la danza de manera profesional.

Cabe mencionar que a raíz de este diplomado algunos alumnos se encuentran ya estudiando la Licenciatura en Danza en la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, mientras que otros conforman una nueva propuesta dancística: “Proyecto Boreal”, la cual ya ha saboreado el gusto de subirse al escenario en varias oportunidades como en los festejos del Día Internacional del la Danza que organiza el Centro Cultural Tijuana, el II Festival de Danza Contemporánea Frontera Independiente que organiza en Centro Cultural La Alborada, en Entijuanarte 2007. y próximamente en el Visual and Performing Arts Festival Sushi en San Diego, California.

Asimismo, los boreales se han tomado el tiempo para pisar otros terrenos del arte y en el año que se fue presentaron el libro Nellie Campobello, crónica de un secuestro, cuya autoría se debe al reconocido investigador, periodista, maestro y crítico de danza César Delgado, cubriendo así esta necesidad que existe en la localidad, de conocer un poco más de la historia de la danza nacional.

En fin, esto es sólo un breve recuento de los logros de Lux Boreal en 2007, pareciera pues que es sólo trabajo, constancia, lucha y entrega, en la cotidiana actividad de la danza para sus nueve integrantes.

Pero, ¿dónde queda el alma, el disfrute? ¿Qué se siente cuando se vibra a la par de un aplauso de casa o bien de un aplauso extranjero? ¿Se piensa mientras se baila? ¿Cómo se convierten estos bailarines en emoción y sentimiento sin la necesidad del desahogo del habla?

Concluiré y daré respuesta a estos cuestionamientos con esta frase: “Cuando la técnica se olvida sobre escena para convertirse en disfrute, bailar sobrepasa cualquier maravilla. La danza nos convierte en títeres, moviéndonos a su antojo, dejándonos sin escapatoria; y es entonces que nos sorprende el final”, palabras de Ángel Arámbula, director general de Lux Boreal.