Por Eldon Taylor *
Cualquier persona con la que yo haya interactuado, cualquiera a la que haya leído o escuchado, de hecho cualquier individuo del que yo tenga conocimiento, ha deseado, en un momento u otro, cambiar algo de sí mismo y ha encontrado que es terriblemente difícil, si no es que imposible.
Sin embargo, hay muchos que tienen éxito en su intento de cambiar diferentes aspectos de sus creencias y de su conducta. Las preguntas resultan obvias: ¿Qué se requiere para conocer cada una de nuestras potencialidades, y por qué algunas veces tenemos éxito y otras veces solamente obtenemos frustraciones?
Cuando entramos al campo del desarrollo humano encontramos una gran cantidad de expertos, con tantas soluciones como problemas pueda haber. Sin embargo, todos estos especialistas sugieren, cuando no afirman directamente, que el verdadero poder del esquema de desarrollo humano reside en la mente subconsciente.
Si es así, ¿por qué entonces no puedo instruir a mi mente subconsciente para que piense de manera diferente y produzca los resultados que deseo?
El hecho es que la mente subconsciente básicamente acepta información en forma indiscriminada. El problema es doble. Primero, mi mente subconsciente ha aceptado información indiscriminada, durante años, y segundo, yo actúo confiando plenamente en esta información.
Toda la información que hemos aceptado está presente en nuestra mente subconsciente, y en la mayoría de los casos se trata de programación negativa. Algunos psicólogos han usado cifras que indican que por cada mensaje positivo recibimos ¡100 mensajes negativos!
¿Cuántas veces nos hemos dicho cosas como “No puedo” o “Eso no es para mí”, y otras por el estilo? ¿Cuántas veces hemos oído cosas como “Aún no tienes edad para eso”, “Eso es muy tonto”, “El dinero es la causa de todos los males”, “La vida es muy difícil y después de todo te mueres”, “Gracias a Dios es viernes”, “Eso nunca funcionará”, y muchas otras por el estilo.
Sólo por divertirme inicié una lista de las declaraciones que he escuchado o que me he dicho a mí mismo y que crean expectativas negativas. Abandoné la tarea cuando comprendí que para completar la lista necesitaría más tiempo y papel del que estaba dispuesto a dedicar a una tarea tan insensata. Sin embargo, el mensaje que obtuve fue bien claro: ¡el lenguaje de programación de muchas de mis creencias era básicamente negativo!
La consecuencia de esta programación negativa ha sido comparada con la de una computadora. La biocomputadora cerebro/mente ha aceptado información negativa igual que una calculadora acepta cifras negativas. Luego agregamos algunos números positivos al programa total y esperamos que se produzca algún cambio.
Nuestros mecanismos de defensa con frecuencia sabotean nuestros propósitos de mejora.
El hecho de que actuemos confiando en la información que ha sido aceptada indiscriminadamente por nuestra mente subconsciente puede ser un problema aún mayor. Esto significa que si algún mensaje negativo nos ha producido dolor o temor, entonces nosotros adaptamos nuestra conducta y nuestras creencias para evitar esas circunstancias y/o resultados.
Con esta adaptación vienen las elecciones. La mayoría de nuestras elecciones de este tipo están profundamente arraigadas en el subconsciente. Nuestras creencias subliminales, aquellas creencias subconscientes que surgen de nuestros deseos y de nuestros esfuerzos por evitar el dolor, la humillación y el rechazo, determinan nuestras acciones. Toda nuestra conducta es elegida, aun cuando sea elegida en un nivel subconsciente. Ahora bien, lo que sucede es que construimos mecanismos de defensa para protegernos de las malas experiencias pasadas y de las que podamos tener en el futuro.
Estos mecanismos de defensa frecuentemente sabotean nuestros mejores intereses. En muchos de nosotros resulta cierto que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Es fácil entender por qué el 90% de las personas que participan en reuniones motivacionales o usan productos de este tipo, ignorantes de esta dinámica, no tienen éxito. El hecho es que, cada vez que nos decimos algo como “¡Yo soy bueno!” nuestra mente subconsciente envía al consciente un pensamiento como “¡Claro! ¿Bueno para qué?”
Aun cuando la conducta que deseamos sea algo tan sencillo como tener éxito en nuestro trabajo, estas creencias subliminales entran en juego.
El poder de la hipnosis se ha utilizado principalmente para comunicarnos directamente con el subconsciente. La mente consciente está generalmente suspendida durante el trance hipnótico aunque los mecanismos de defensa de la persona pueden jugar un papel importante en el resultado.
La ventaja de la comunicación subliminal es que burla a toda percepción consciente. A diferencia de la hipnosis, en la que la atención y la ayuda consciente son frecuentemente necesarias, los mensajes subliminales no requieren ser atendidos por la mente consciente de ninguna forma.
Usted puede reescribir su diálogo interno
Los mensajes positivos de una cinta DIALOGO INTERNO terminarán por desplazar a la información negativa contenida en el subconsciente. Estos mensajes literalmente reescriben nuestro diálogo interno estableciendo creencias positivas, con lo cual se inicia el ciclo de auto realización personal. Cuando esto sucede las creencias subliminales que antes nos limitaban comienzan a cambiar, y a medida que ellas cambian también cambiamos nosotros.
La vida es realmente un milagro, y cada uno de nosotros tiene el derecho de experimentar las más altas cualidades de nuestra herencia humana.
- El Dr. Eldon Taylor es un científico reconocido mundialmente, y es quien ha desarrollado la tecnología Diálogo Interno, creada para eliminar información negativa por medio de la introducción de mensajes positivos directamente al subconsciente.
- Si usted desea mayor informes sobre los CD’s de Diálogo Interno, puede comunicarse al 900 32 46, con Guadalupe Contreras, en Tijuana. (Vea anuncio adjunto)