martes, marzo 25, 2008

XOCHICALCO, TEPOZTLÁN Y CUAUHNÁHUAC, JOYAS DEL SUR CERCANO AL DISTRITO FEDERAL


Asentada sobre un cerro, a manera de fortaleza, la zona arqueológica de Xochicalco se integra por una acrópolis, una pirámide dedicada a la Serpiente Emplumada (Quetzalcóatl), una plaza de estelas talladas en bajorrelieve y tres juegos de pelota.


Ángel Trejo

A menos de 150 kilómetros al sur de México y a 38 de Cuernavaca, la zona arqueológica de Xochicalco, en el suroeste del estado de Morelos, resalta como una de las más bellas expresiones de la arquitectura prehispánica de Mesoamérica.

Xochicalco fue reconocida en 1999 como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Está asentada sobre un cerro, a manera de fortaleza, y la integran una acrópolis, una pirámide dedicada a la Serpiente Emplumada (Quetzalcóatl), una plaza de estelas talladas en bajorrelieve y tres juegos de pelota.

Floreció en un periodo similar al de Teotihuacán y fue fundada por una cultura con influencias de la civilización olmeca, que irradió gran parte de Mesoamérica.

Generó una confluencia de relaciones culturales con buena parte de las culturas contemporáneas de los vecinos estados de Guerrero, México, Tlaxcala, Puebla y el Valle Central.

Uno de los reyes más conspicuos de Tollan Xicototitlán (Tula, Hidalgo), Ce Acatl Topiltzin (843-895), creció y se preparó en Xochicalco como futuro sacerdote y gobernante de esta ciudad.

Ce Acatl Topiltzin había nacido en Amatlán, municipio de Tepoztlán, Morelos, del príncipe tolteca Mixcóatl y la princesa olmeca-xicalanca Chimalma, de la ciudad de Cacaxtla, Tlaxcala. Estos son tan sólo algunos personajes destacados en la historia de Xochicalco.

Tepoztlán es otro de los lugares atractivos de la región sur de la ciudad de México. Además de la Sierra de Mixcóatl, que la ciñe en el noroeste con una cadena de montañas caprichosas en la que los indígenas tlahuicas creen ver el trazo de la Serpiente Emplumada, esta pequeña población morelense cuenta con una iglesia construida con el más florido barroco mexicano del siglo XVII.

La arquitectura utilitaria o casera es similar a la de Taxco, Guerrero, con calles de muros blancos, techos de dos aguas de teja roja y pisos empedrados. Es uno de los centros turísticos más visitados del estado de Morelos, junto con Cuernavaca, Oaxtepec y Cuautla.

Cuernavaca, ubicada al suroeste del volcán Popocatépetl –cuya visión panorámica inspiró al escritor inglés Malcom Lowry la escritura de su célebre novela Bajo el volcán, una de las más bellas del siglo XX–, cuenta con uno de los climas más benignos del país y una arquitectura colonial casi intacta en su centro histórico.

Resaltan el Palacio de Cortés, construido en la primera mitad del siglo XVI para servir de finca de descanso del conquistador Hernán Cortés, Marqués del Valle de Oaxaca –este marquesado empezaba en Cuernavaca y terminaba en el Istmo de Tehuantepec–; su catedral y el Jardín Borda, residencia de uno de los empresarios mineros de la Nueva España más ricos de la Colonia.

El segundo emperador de México, Maximiliano de Hamburgo, solía descansar en el Jardín Borda durante varios periodos vacacionales.

El estado de Morelos cuenta con más de 20 balnearios populares de aguas frías y termales. Entre los más solicitados en Semana Santa figuran el Centro Vacacional de Oaxtepec, del Instituto Nacional del Seguro Social (IMSS); Temixco, Puente de Ixtla, Las Termas y la laguna de Tequesquitengo.

Hay tres vías de acceso a Cuauhnáhuac (Cuernavaca): la carretera federal México-Acapulco; la autopista de cuota México-Acapulco y la carretera a Milpa Alta- Cuernavaca.