"La región fronteriza es una región de donde se toman muchas influencias, pero donde también siempre se está afirmando una identidad, y tienes que decidir por cuál", aseguró la cantante Lila Downs, quien se presentó la semana pasada en Colombia.
La cantante, hija de madre indígena mixteca y padre estadounidense, no oculta sentirse más mexicana y afirmó: "Yo rechazaba el lado indígena en mi niñez porque notaba que el poder estaba en las manos de los que se identificaban con mi padre, el hombre anglosajón de mi familia, y poco a poco me di cuenta de que me estaba rechazando a mí misma y que debiera sentir un orgullo de lo que yo era".
En el marco del XI Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB), la intérprete declaró: "En mi país hay 64 lenguas nativas vivas, yo sólo canto en dos o tres de ellas pero con mucho orgullo, para mostrar al mundo que no somos piezas arqueológicas, sino seres humanos de carne y sangre".
Downs, quien alcanzó fama mundial en 2002 tras participar en la banda sonora de la película Frida, de Julie Taymor, se presentó en Colombia acompañada de su banda La Misteriosa, encabezada por su esposo, el saxofonista estadounidense Paul Cohen, y formada por músicos de Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, México y Venezuela.
Algunos llaman a Lila Downs "la Frida Kahlo moderna", toda vez que siempre se ha comprometido con las culturas originarias de su país, en especial de su Oaxaca natal, y concibe la música como una forma de expresión casi sagrada, ligada "con la historia de lo que representa el pasado", que "hace recordar las cosas y sentirlas sin tener que decirlas".
En su actuación ante el público colombiano, la intérprete mexicana ofreció un repertorio compuesto por piezas de su disco más reciente titulado La cantina, plagado de canciones rancheras y corridos fusionados con ritmos del otro lado del Río Bravo.
Son "canciones muy emotivas, profundas y trágicas", afirmó Downs, quien fiel a su estilo entonó también versiones modernas de clásicos populares como “La llorona'”, “Copa tras copa” o “La cucaracha” e incluso “La cumbia del mole” en lengua zapoteca.
Ante de su presentación en Bogotá, Lila Downs reconoció en conferencia de prensa que México y Colombia comparten una imagen exterior deteriorada por la violencia, pero convocó a "borrar la ignorancia con el arte".