jueves, julio 13, 2006

La trinchera 2-06
Armando Macías

El pueblo de Baja California se pintó de azul, eso es lo que dicen los títeres tras el teclado y frente a monitores; a lo que este atrincherado sin paga piensa… ¿acaso no lleva pintado 18 años ya?

Para alguien del sur como yo (utilizando esa despectiva y xenofóbica expresión bajacaliforniana) la lógica y el sentido común le impiden entender la complacencia por los gobiernos de acción nacional. Hace casi 10 años que llegué a esta polvorienta ciudad de Tijuana y francamente yo la veo igual, dos o tres puentes más uno que otro crucero arreglado, pero igual.

Tijuana tiene todo para ser una ciudad de primer mundo pero bajo la dirección de gobiernos panistas (ay de los que piensan que todos es culpa de Hank) se ha convertido en el chiquero del mundo. Hace unos días un columnista chilango expresaba que el norte había votado por Fecal y que representaba al México Moderno, a lo que yo le expresé lo siguiente:

“Aquí la gente votó por el PAN como lo ha hecho desde siempre, pero no entiendo por qué. Caminas por las calles de esta polvorienta ciudad llena de baches y entre limpiaparabrisas, vendedores de chicles y mendigos se pasean Hummers y X5s. La falta de obra pública e infraestructura es insultante, no hay vialidades y las que hay están en pésimas condiciones.

El subempleo abunda, los mercados sobreruedas y las oportunidades de emplearse desde su casa con salarios inferiores al mínimo y sin prestaciones también pululan en la ciudad. El gobernador presume de empleo pero no dice que la gran mayoría de los bajacalifornianos trabajan en maquilas ganando 600 pesos a la semana y trabajando 10 horas al día, 600 pesos que poco sirven cuando tienes que agarrar dos “calafias” para llegar a tu casa y cada una te cobra 10 pesos, gastando en puro transporte público hasta 40 pesos al día, tampoco habla de los cinturones de miseria, de las miles de casas construidas con tarimas de madera, desechos de las fábricas que se las regalan a sus trabajadores para ahorrarse la disposición, no te menciona del enorme negocio que representan las pipas de venta de agua y las de limpieza de fosas sépticas ante la falta de agua potable y drenaje.

Este no es un México moderno, no cuando la gente que trabaja en San Quintín percibe menos del mínimo, trabaja de sol a sol, y sobrevive en condiciones infrahumanas expuestos a pesticidas y deshidrataciones. Este no es un México moderno donde el turismo sexual es legal y los presidentes municipales panistas con su doble moral crearon una red de explotación en la tristemente celebre zona Norte.

Si la gente de Baja California votó por Calderón en su mayoría fue porque durante años han vivido en el atraso y siguen agradecidas que Xicontecantl Leyva ya no es el gobernador, la gente de BC sigue viviendo en 1989, no es un estado moderno y es una muestra de lo que será México en manos del PAN

En el sexenio de Ruffo el narco se apoderó de esta plaza y ya en el poder Alejandro González Alcocer permitió que ésta se convirtiera en la ciudad más violenta del país; con él empezamos a ver levantones, secuestros, asesinatos a plena luz del día, sin embargo la gente le dio otra vez el voto. Elorduy ha sido un gobernador ausente, continuamente o anda de viaje o en recorridos populistas, el gobierno del estado ha llegado al extremo de programar visitas del gobernador sin agenda y un día antes andar buscando en que se entretiene. Eugenio Elorduy tiene una demanda de un estadounidense que lo acusa de haber recibido un soborno de un millón de dólares por parte de Sempra. Es inadmisible que seamos un estado con un rezago educativo que nos coloca entre los peores del país. Aquí si quieres que tu hijo estudie la primaria, secundaria, preparatoria o profesional tienes dos opciones: optas por escuales particulares o haces fila por dos o 3 noches para inscribirlos (hasta la prepa) si quieres que entre al Tec o la UABC, rézale al santo que plazca, da una mordida, háblale a un amigo, consigue el examen o convierte a tu hijo en genio, porque solo el 10% logra entrar.

Sin obra pública, sin servicios, sin educación, sin bienestar, no se puede hablar de un México moderno”


Esto lo sabe cualquiera que viva aquí sin embargo por ningún motivo parece responsabilizar al partido que les dio la Ruffomanía (pausa para reírme de los que no supieron que Salinas les regaló la elección)…

La psiqué del bajacaliforniano es única, tenemos a los que trabajan al otro lado, los que piensan que porque ganan dólares el país está en bonanza; a los que vivieron las administraciones de Xico y de Federico y que los recuerdan como si los hubieran visto ayer; a los miles de fanáticos religiosos de formación católica que pululan en el estado, la gran mayoría de clases acomodadas; pero quizás quienes merecen más de una línea son aquellos que subsisten por la maquila.

La industria maquiladora lo mismo ha generado cientos de miles de pobres que cientos de clase medieros, los que se mueven por la ciudad en SUVs, cargan nextel de la cía y los fines de semana cruzan de shopping al otro lado. Son un sector influyente de la sociedad pero su pobreza de pensamiento los convierte en rehenes fáciles del panismo. Ser panadero es in, no serlo es de nacos o chilangos. Son los que por tener un escritorio y correo electrónico creen que el país está en bonanza, los que piensan que México ya cambió por tener una deuda con una hipotecaria pero no recuerdan que estudiaron en universidades públicas y que cuando niños sus padres no pagaron colegiaturas ni les compraron libros de texto. Desprecian el Seguro Social porque sus empleos les proveen de Seguros Médicos y como en Mundo Feliz de Aldous Huxley se visten todos iguales.

Sin embargo en su paraíso de clase media no reconocen que sin su trabajo maquilero no son nada, no piensan que si la empresa en la que están se va a China se quedan sin jale y no son capaces de abrir los ojos para darse cuenta que su país, su estado o esta ciudad no sería capaz de ofrecerles las comodidades que el espejismo de la maquila les da.

Así, todos los días profesionistas llegan buscando un trabajo, cada año la clase media hace milagros por tener a sus hijos en escuelas patito de paga y deciden habitar en esta burbuja que sólo un tonto creería que durará para siempre.

Este es el voto duro del PAN en Baja California, los que no leen y la TV o los correos electrónicos del yunque los informan, los católicos de grupos carismáticos, los estudiantes cuyo consumismo y formación les impide pensar en otro México, los viejos que se les llenan los ojos de lágrimas cuando recuerdan a Salvador Rosas y que en su ignorancia no saben quien fue Demetrio Vallejo, los mojados con permiso para trabajar que tuvieron que salir del país porque aquí no hubieran hecho nada pero sobre todo la clase media que le dio la espalda a un sector al que en un abrir y cerrar de ojos podrían incorporarse: los pobres.

Este atrincherado profetiza que la historia habrá de juzgarnos por irresponsables y conformistas. Mientras tanto para mis 4 fieles lectores, Sonrían algún día vamos a ganar