Legado sagrado. Edward S. Curtis y el indígena norteamericano, recorrerá México hasta 2010.
* Fotografías históricas del etnógrafo Sheriff Curtis se esponen en el Museo Regional de Guanajuato “Alhóndiga de Granaditas” y recorrerán después el país
Deberías saber que mi pueblo tiene por sagrado cada rincón de esta tierra… La savia que circula dentro de los árboles guarda la memoria del hombre piel roja…, respondía en 1855 “Seattle”, jefe de la tribu siwamish, a la oferta de compra de sus tierras por parte del entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Pierce.
A pesar del exterminio y la creación de las reservas, el fotógrafo y etnógrafo Edward Sheriff Curtis (1868-1952), logró captar –entre fines del siglo XIX y principios del XX– esta serenidad y sabiduría de los pueblos nativos norteamericanos, imágenes que el público mexicano podrá seguir admirando hasta 2010.
Legado sagrado. Edward S. Curtis y el indígena norteamericano, exposición itinerante que comenzó en 2005, se integra por 62 impresiones contemporáneas del acervo documental de Curtis, y podrá visitarse a partir de este 29 de marzo, y hasta el 1 de junio, en el Museo Regional de Guanajuato “Alhóndiga de Granaditas”.
Los museos regionales La Laguna, en Torreón, Coahuila; “Ex Obispado”, en Monterrey, Nuevo León; y de Guadalajara, Jalisco; serán los siguientes destinos de esta muestra en lo que resta de 2008, esfuerzo en el que colabora el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de sus centros estatales.
En México, Legado Sagrado. Edward S. Curtis y el Indígena Norteamericano ha visitado ciudades como Campeche, Oaxaca, Palenque, Veracruz y Tlaxcala. Mientras, una exposición idéntica también recorre distintos países de Latinoamérica, entre ellos: Guatemala, Argentina, Colombia, Venezuela, Honduras, Nicaragua, Chile, Paraguay y Perú.
Tras décadas de oscuridad en los espacios de exposición de libros antiguos y colecciones privadas, el registro de la vida de estos pueblos que Curtis (originario de Seattle) llevó a cabo entre 1900 y 1930, experimenta un renacer a medida en que se descubre el homenaje visual realizado por él, a la historia de esas comunidades ancestrales.
Cabe destacar que la obra expuesta, procedente del archivo y la colección personal de Christopher Cardozo (uno de los principales expertos sobre Edward S. Curtis y presidente de la Fundación que lleva el nombre del etnógrafo), fue impresa en los procesos que el autor solía emplear: platino, plata/gelatina entonada, orotone, cianotipo y fotograbado.
A partir de una convivencia respetuosa, Curtis logró retratar a miembros de numerosos pueblos que corrían peligro de desaparecer, captando también el paisaje como sincretismo de una forma de vida profunda. Parte de esta labor –que generó más de 50 mil imágenes– quedó plasmada en la obra The North American Indian.
Legado sagrado…, exhibe la ruta definida por el fotógrafo, entre Estados Unidos y Alaska. Financiado por él mismo, Curtis viajó durante casi 25 años, en los que además de retratar usos y costumbres como migración, vestimenta, habitación y alimentación, se dio a la tarea de estudiar y analizar cada rasgo que componía el espectro cultural de sus personajes.
Sin embargo, la breve expedición que llevó a cabo en las Grandes Llanuras de Estados Unidos en el verano de 1900, pudo haber sido su experiencia más significativa, al presenciar una de las últimas representaciones de la Danza del Sol, instantes que logró dejar para la posteridad.
Entre los pueblos que más captó por medio de su lente, están los hopis, suwamish, navajos, siux y apaches del sudoeste. En esta región concentró la mayor parte de su interés, desde Arizona y Nuevo México, hasta Texas, California y el norte de México.
Una de las razones por las que Curtis se sintió “llamado” inicialmente por los pueblos indígenas del sudoeste fue la rara oportunidad que le brindaban de observar su posible vida antes de la llegada de los blancos. También tenía interés por la estrecha relación que mantenían con sus tierras ancestrales.
Legado sagrado…, presente gracias al INAH, con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos de América, así como al patrocinio de distintas empresas y fundaciones, permanecerá en el Museo Regional de Guanajuato “Alhóndiga de Granaditas” –Mendizábal Núm. 6, Col. Centro–, hasta el 1 de junio.